MURALLAS ROMANA Y CERCA MEDIEVAL

La huella de las guerras romanas y medievales aún se alza en León como muros de piedra. Se estima que el campamento de la Legio VI Victrix contaba con su propia defensa, pero la muralla de piedra más antigua de la que se conservan vestigios es la que elevó a finales del siglo I d.C. la Legio VII Gemina. Un pequeño tramo aún es visible en la escalera que asciende desde la avenida de Ramón y Cajal a la plaza de San Isidoro.

Posteriormente, a finales del siglo III, se erigió otra muralla más poderosa por delante de la primera, levantada sobre las cercas romanas con canto rodado y argamasa. La muralla tardorromana rodeaba el mismo recinto campamental de forma rectangular, con cuatro puertas en cada uno de sus laterales. Conocida como “muralla de los cubos”, tiene algo más de 5 metros de espesor, unos 8 de altura y torres (llamadas “cubos”) de planta semicircular peraltada, situadas a breves intervalos. Aún es visible en buena parte de la ciudad, desde la Torre llamada de los Ponce, detrás de la Plaza Mayor, hasta Puerta Castillo, y desde aquí hasta la Torre de San Isidoro.

Las cuatro puertas primitivas sufrieron los agravios de Almanzor a su paso por León y fueron reedificadas por Alfonso V. La única que aún está en pie pertenece al lado norte del recinto, conocida desde la Edad Media como “Puerta Castillo” por la plaza fuerte situada en uno de sus laterales. La estructura actual corresponde a una reconstrucción de mediados del siglo XVIII (1759) que sustituyó a la anterior. 

 

Por su parte, la llamada “cerca medieval” es un tramo de muralla de piedra, edificada durante el siglo XIV sobre una anterior de tierra, del siglo XIII. Rodeaba los barrios del sur y el oeste de la ciudad, que se encontraban fuera del original campamento legionario. A diferencia de la arquitectura militar romana, esta cerca no sigue un trazado rectangular, sino que describe un arco irregular, que nace y muere en el recinto amurallado.

Actualmente, se aprecian tramos significativos en la avenida de la Independencia y en la propia calle de las Cercas. Se caracteriza por el corredor empedrado que se forma entre una primera tapia más baja (el antemuro), y una segunda, más alta y robusta (el muro propiamente dicho), provistas ambas de almenas que las hacen más llamativas. Construida totalmente en fábrica de cal y canto encofrada, contaba con nueve puertas: Escuderos o del Peso (junto a la Torre Cuadrada o de los Ponce); Caño Badillo, tras el antiguo cuartelillo de la Policía Local; Puerta Sol; Cal de Moros o Puerta de Santa Ana; Puerta Moneda; Puerta Gallega o de San Francisco; Puerta del Burgo Nuevo o Arco de Ánimas; Puerta de Fajeros y el Postigo de la Ollería, junto al tramo occidental de la muralla romana.